Una vez reunidos los materiales se ponen en el terreno previamente aflojado para permitir que los microorganismos del suelo penetren en el montón. Se pone primero un material grueso y los demás materiales se van intercalando en franjas de 10 cm de grosor, agregando humedad a cada uno de los que estén secos, la altura del montón no debe ser mayor de 1.5m y el ancho no más de 3m; ya que entre más ancha se dificulta la entrada de oxígeno hacia el centro del montón, el largo depende de la cantidad de material con que se cuente.
Si la relación carbono nitrógeno, la humedad y la oxigenación son las adecuadas, el montón debe aumentar su temperatura en el segundo o tercer día, hasta llegar a una
temperatura de entre 60°C a 70°C, esta temperatura se mantiene por varios días en compostas grandes y después empieza a bajar. Al darle vuelta a la composta la temperatura vuelve a subir, por otros días, después comienza a descender. Es necesario que cuando se le de la vuelta a la composta se agregue humedad para que el proceso continúe.
Si la relación carbono nitrógeno, la humedad y la oxigenación son las adecuadas, el montón debe aumentar su temperatura en el segundo o tercer día, hasta llegar a una
temperatura de entre 60°C a 70°C, esta temperatura se mantiene por varios días en compostas grandes y después empieza a bajar. Al darle vuelta a la composta la temperatura vuelve a subir, por otros días, después comienza a descender. Es necesario que cuando se le de la vuelta a la composta se agregue humedad para que el proceso continúe.
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